El gobierno de Junts y ERC en el Ayuntamiento de Girona ha enviado la fracción orgánica de la basura al vertedero de Solius sin ningún convenio vigente en el último año y, por tanto, "prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido", según informe de intervención del propio consistorio. Esto ha generado 60 facturas por valor de 659.908,43€ durante 12 meses, que pueden tener como consecuencia "enriquecimiento injusto" por parte del consistorio, en tanto que los pagos no se han hecho de acuerdo al "procedimiento legalmente establecido" . El gobierno de Junts y ERC no ha podido satisfacer estas facturas, porque no tiene convenio y, por eso, han podido provocar "enriquecimiento injusto". La fracción orgánica de residuos del municipio de Girona se ha enviado al vertedero de Solius que tiene una sentencia firme de cierre y quien, además, carece de licencia ambiental. Ahora, el gobierno trae a Plenario un nuevo convenio para poder pagar las facturas ya emitidas por el Consorcio para el Condicionamiento y la Gestión del Complejo de Tratamiento de Solius.

La portavoz del grupo municipal del PSC, Sílvia Paneque, ha denunciado esta situación y ha recordado que el vertedero de Solius, además, tiene una sentencia firme de cierre desde julio de 2020, que debería haber cumplido en un plazo máximo de 30 días. “No es sólo que no deberían haberse enviado nunca residuos orgánicos sin convenio en vigencia, sino que tampoco deberían haberse enviado a un vertedero que tiene sentencia firme de cierre y que no respeta los criterios de respeto en el medio ambiente más básicos”. En efecto, el Consorcio de Solius ha admitido públicamente que no tiene licencia ambiental en vigor y, en consecuencia, no existen los mecanismos de controles adecuados y no se puede saber qué impacto puede haber en las aguas residuales que el vertedero emite.

Los convenios entre el Ayuntamiento de Girona y el Consorcio de Solius fueron anuales y automáticos entre 2008 y octubre de 2020, después de que cada 1 de noviembre si ninguna de las partes afirmaba lo contrario, el convenio se renovaba automáticamente. Sin embargo, la Ley 40/2015 estableció que este tipo de contrato no eran válidos para la administración pública y fijó el 1 de octubre de 2020 como fecha límite para extinguirlos. Esto provocó que el convenio automático entre el Ayuntamiento de Girona y el Consorcio de Solius no se renovara. Esto sucedió en noviembre de 2020, tres meses después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dictara sentencia firme de cierre para el vertedero de Solius. Entonces, el gobierno de Junts y ERC en el Ayuntamiento de Girona decidieron continuar enviando la fracción orgánica al vertedero de Solius, aunque ya no existía convenio vigente para hacerlo con los procedimientos legalmente establecidos.

Por otra parte, en octubre de 2021, el Consorcio y el gobierno de la Generalitat pidieron aclaraciones al TSJC sobre la sentencia de cierre, que en la práctica ha tenido como consecuencia que la ejecución de cierre todavía no se haya producido.

“El cumplimiento de la sentencia firme deberá llevarse a cabo después de responder a las aclaraciones del gobierno de la Generalitat, de acuerdo. Sin embargo, lo que no es razonable es que Solius continúe trabajando después de sentencia de cierre, lo haga sin licencia ambiental y que el Ayuntamiento de Girona haya enviado la fracción orgánica durante un año sin ni siquiera convenio”, ha lamentado la concejala socialista Bea Esporrín encargada de este tema. Ante esta situación inédita, que según intervención del Ayuntamiento de Girona no cumple "ningún procedimiento legalmente establecido", el gobierno de Junts y ERC ahora han decidido llevar al próximo Plenario de Girona durante este mes de enero un nuevo convenio con el Consorci de Solius que, como mínimo, hará que el consistorio continúe enviando la fracción orgánica del municipio a este vertedero hasta julio de ese mismo año.

La sentencia 2953/2020 de la sección tercera de contencioso-administrativo del TSJC invalidó la autorización ambiental del Consorcio de Solius y ordenó el cierre de todas las actividades. Debía realizarse durante los siguientes 30 días posteriores a la sentencia, porque se argumentaba que no había suficientes garantías de un tratamiento de los residuos de acuerdo a los criterios establecidos legales y medio ambientales. Entonces, el gobierno del Ayuntamiento de Girona siguió enviando la fracción orgánica, pero lo hizo sin convenio en vigencia. Al ver que esta situación es irregular y que el cierre de Solius se está alargando en el tiempo, el gobierno de Junts y ERC han decidido llevar un nuevo convenio a Plenario. Esto les permitirá pagar las 60 facturas por valor de 659.908,43€, que sin convenio no se han podido satisfacer y, por ello, han podido provocar “enriquecimiento injusto” por parte del Ayuntamiento. Este convenio estipula que "a partir 01/07/2022 no se permitirá entrada de fracción orgánica del Ayuntamiento". Pero esto se contradice con que, a la vez, es un convenio que tiene una duración de cuatro años, es decir, hasta 2025. El Ayuntamiento se justifica en informes internos para darse más tiempo con la Agència Catalana de Residuos (ACR), que es quien debería indicar un nuevo destino para la fracción orgánica de Girona.

“El plazo establecido por la ACR para indicar un nuevo destino en la fracción orgánica es de dos meses antes de empezar a enviarse. Así, si en julio de 2022, el Ayuntamiento de Girona no debe llevar la fracción orgánica a Solius, este mismo abril debe indicar dónde pueden tratarse con garantías medio ambientales”, han explicado las concejalas Paneque y Esporrín. Sin embargo, las socialistas no entienden por qué motivos se trabaja en Solius sin licencia ambiental, por qué el Ayuntamiento de Girona ha enviado la orgánica durante un año sin convenio vigente, como es que ahora se hace un nuevo convenio de duración de cuatro años, donde al mismo tiempo se especifica que se quiere finalizar el envío de residuos este julio, por qué la Generalitat ha retrasado el cierre definitivo con la petición de aclaraciones y como es que no existe una dirección clara con plantas de triaje respetuosas con el medio ambiente en Cataluña y en Comarcas Gerundenses para tratar los residuos de manera adecuada.